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| Fuente: Buzzle. |
Por Gundhramns Hammer
22 de noviembre 2014
Los árboles son seres sagrados. Sin ellos no habría vida en la Tierra y por lo tanto la civilización del hombre nunca se hubiera desarrollado.
A lo largo de los siglos, los árboles han servido de fuente de recursos para los humanos. han sido la base de la economía.
Por ejemplo, las tres carabelas de Cristobal Colón estaban construidas de madera. Si no hubiese habido madera para armar estos barcos, este aventurero ambicioso nunca hubiera llegado al "Nuevo Mundo" a explotar a los "indios".
A pesar de todo, de la gran importancia de los árboles, son escasos los humanos que se han sentido y sienten espiritualmente conectados a los árboles en la historia de la humanidad.
Síndromes no adaptativos: el SCN y el SDA
En la actualidad, la gran mayoría de gente (Homo insapiens) alrededor del mundo está robotizada, idiotizada y desconectada de la Naturaleza. Sufre en sumo grado de un "síndrome de carestía de la Naturaleza" (SCN), conocido en inglés como "Nature Deficit Disorder" (NDS) (Allred, 2011).
Asimismo padecen de lo que nosotros llamamos el síndrome de desconexión con los árboles (SDA) o el Tree Disconnection Disorder (TDD), en inglés. Carecen de una conexión espititual con estos organismos llenos de vida y sagrados.
A veces la humanos para olvidar sus penas se adentran en los bosques pero continúan pensando en sus problemas, sus mierdas, su infierno mental.
En su vida diaria, nunca recuerdan, y si lo hiciesen les daría igual, de que muchos de los alimentos que consumen contienen celulosa de árboles, comen sobre mesas construidas con esqueletos de árboles, las sillas y las puertas de sus casas de igual manera.... una numerosa lista de productos son fabricados a base de madera, es decir de la carne de los árboles.
Cuando llega la hora de ir al baño, las contagiados de SDA nunca se acuerdan de que el papel higiénico que utilizan para limpiarse el culo después de vaciar su colon, si han podido hacerlo, pues el estreñimiento es epidémico, procede de madera de árboles, especialmente de Chopos (Populus spp.) y Eucaliptos (Eucalyptus spp.) en Europa, por ejemplo.
En fin, todos los humanos estamos rodeados e inmersos en productos y subproductos de árboles.
Juntos pero emocionalmente desconectados
La Naturaleza no existe en la mente de las personas que sufren de SCN y de SDA (TDD). La Naturaleza es sólo un objeto.
La Naturaleza no existe en la mente de las personas que sufren de SCN y de SDA (TDD). La Naturaleza es sólo un objeto.
Esto es un tremendo error. Un paradigma equivocado que nos está llevando a la bancarrota adaptativa a largo plazo. Posiblemente a la misma extinción.
Hace un par de años atrás, venía un par de mujeres inmersas en una conversación, absolutamente abstraídas de su entorno que les rodeaba cerca del puente en Canfranc Pueblo en el Pirineo (Huesca, España). Era octubre y el otoño estaba en todo su bello fulgor.
Nosotros estabamos absortos, concentrados admirando tanta belleza natural. Y al verlas distraídas, pidiéndoles disculpas por interrumpirlas, les dijimos:
- ¡Precioso, verdad!
Se quedaron sorprendidas de que un hombre les hablase de tal manera, pues parecía que estaban acostumbradas a otros patrones culturales inexpresivos.
Hemos observado de que en España no está bien visto expresar emociones de tono melífluo o pro-sociales intensas en público, si acaso existe eso en el programa cultural de una persona hispana.
Generalmente, los "machos ibéricos" sólo utilizan algún tipo de lenguaje dulzón cuando están interesados en conseguir el dulce de una Dulcinea.
¿Y cuál fue el resultado en ellas?
Por un momento dejaron de hablar y por un instante se enteraron de que estaban en pleno otoño. Y por su expresión en la cara se pudo ver que hubo brevemente una fugaz reconexión con la Madre de todas las madres: la Naturaleza que en esos momentos estaba super-colorida.
Y ahora en comparación, podemos irnos a los bosques tropicales para examinar qué ocurre con los humanos que los habitan en cuanto a esta conexión.
A pesar de sus ritos panteístas y de aparente conexión, no creas que los "indios" que viven en la jungla son diferentes.
A pesar de sus ritos panteístas y de aparente conexión, no creas que los "indios" que viven en la jungla son diferentes.
Según nuestras observaciones antropológicas personales, la mayoría de ellos utilizan la selva para cazar y recolectar, nada más.
Y si tienen la ocasión, hablan paja a los occidentales para impresionarlos y burlarse de ellos.
Y si tienen la ocasión, hablan paja a los occidentales para impresionarlos y burlarse de ellos.
Pero cuando van detrás de un mono para la cena por las sendas de la selva también están pensando en el futuro "pilao, pilao, pilao", el sonido onomatopéyico que algunas tribus brasileñas, por ejemplo, utilizan para el coito sexual - la "pisada", la difícil escapada de su hamaca para llegar a clavar a su amada que duerme en el otro extremo de la choza comunal, la buscada cópula sexual nocturna - que tendrán al volver a casa con semejante presa no sólo para alimentar a su mujer y vástagos sino también para impresionar a su secreta amante y a los vecinos, por supuesto.
Por otro lado, si hablamos de las sociedades "desarrolladas", que una persona cultive los árboles, aprecie su belleza y los estudie con menor o mayor intensidad no quiere decir que los ame y sienta una auténtica conexión espiritual con los árboles.
Hemos conocido unos de los mejores botánicos en los Estados Unidos que eran excelentes científicos (nuestros asesores de postgrado) pero a la hora de conectarse espiritualmente con las plantas - recuerda, no estamos hablando de estética, lo cual es otra cosa - no lo lograban.
Estaban borrachos de "lógica botánica". Nada más.
Hemos conocido unos de los mejores botánicos en los Estados Unidos que eran excelentes científicos (nuestros asesores de postgrado) pero a la hora de conectarse espiritualmente con las plantas - recuerda, no estamos hablando de estética, lo cual es otra cosa - no lo lograban.
Estaban borrachos de "lógica botánica". Nada más.
Generalmente, sólo existe una relación de catarsis egocéntrica, académica o económica.
Y la ambición por el dinero en esta ecuación lo pone todo patas arriba.
Si de dinero se trata, prácticamente todas las economías sofisticadas y de corte hipócrita benefactor son egoístas y desalmadas. Y algunas como la actual pueden ser calificadas de demoníacas y canibalísticas, pues chupan la sangre no sólo de las personas débiles a su paso sino también de la Naturaleza para alimentar su ciclo anti-biosférico de construir y desechar.
Si de dinero se trata, prácticamente todas las economías sofisticadas y de corte hipócrita benefactor son egoístas y desalmadas. Y algunas como la actual pueden ser calificadas de demoníacas y canibalísticas, pues chupan la sangre no sólo de las personas débiles a su paso sino también de la Naturaleza para alimentar su ciclo anti-biosférico de construir y desechar.
Los ingenieros sociales pagados por una élite estúpida, codiciosa y pactada con el diablo han programado a las masas de gente (Homo insapiens) para que consuman a lo máximo, que compren lo que no necesitan y llenen sus vidas hasta el cogote, se endeuden hasta las agallas y renueven a cada rato sus objetos según una moda impuesta por los mismos líderes arconizados (endiablados) que conducen las manada de ovejas humanas robotizadas e idiotizadas.
Estamos en la edad de usar y tirar. La moda es comprar, usar un par de días y luego descartar. Los teléfonos móviles son un buen ejemplo (Video 1).
Video 1. Destrucción de teléfonos móviles o celulares.
Y para agravar la situación estamos gobernados por bandas de políticos contagiados a fondo de SCN y SDA, que sólo piensan en velar por los intereses económicos de una élite adinerada que generalmente nunca da la cara, en hacerse ricos rápidamente a costillas del pueblo, arrasar con los bulldozers la Naturaleza y encementar y urbanizar con fondos no transparentes, llenarse el estómago de suculentos platos anti-biosféricos de haute cuisine en frecuentes banquetes, engancharse en conducta pseudo-reproductiva si pueden a menudo o de vez en cuando y, por supuesto, auxiliados por leyes que pueden ser modificadas donde y cuando sea necesario a su antojo para salirse con la suya.
El resultado de todo esto, de estar juntos pero emocional e espiritualmente desconetados de la Madre Naturaleza y sus árboles, actuar como ciegos y consumir sin miramientos biosféricos, de joder a la Naturaleza a diestra y siniestra y de estar gobernados por políticos reptilianos o arconizados está a la vista de todos: una Biosfera contaminada y al borde del colapso.
¿Al borde del colapso?
Sí, allí estamos. Suena apocalíptico pero estamos empeñados en hacer que la vida desaparezca de la Tierra.
Sí, allí estamos. Suena apocalíptico pero estamos empeñados en hacer que la vida desaparezca de la Tierra.
Sólo hay que mencionar que el fitoplankton marino se ha ido a pique en el último siglo (Boyce et al., 2010).
Y esto no es una buena noticia dado que estos organismos fotosintéticos acuáticos producen alrededor o más del 60% de oxígeno en el planeta azul: la Tierra.
Sin embargo, seguimos devorando y contaminando.
Contacto con los árboles
¡Son luces! ¡Son OVNIs!, exclamaban todos en la multitud menos uno. La excepción no estaba convencida. Y ésta exclamó:
De hecho, el Sol en pleno ocaso había incendiado todo el horizonte. El espectáculo era fuera de serie. Extremadamente bello.
No, no era un OVNI. Era un manglar, la cuna de muchas especies marinas, protector de las costas continentales tropicales, entre otros (Video 2).
Pero tanta preocupación, sumando las dificultades y el estrés del ir y venir de la vida cotidiana, nos mantiene alejados y alienados unos de otros y de los otros seres vivos no humanos que nos rodean, los cuales son nada más que sombras o son utilizados para satisfacer vacios o caprichos o son sometidos a las mazmorras torturadoras en las factorías de animales y/o triturados vivos en las fábricas (Videos 3-4).
Hubo una época que por medio de la religión nos conectábamos con la Naturaleza. Nos servía de puente entre los fenómenos de la Naturaleza, nosotros en medio y el vasto infinito arriba de nuestras cabezas.
Aún se puede. Sólo si desarrollamos en todo su espectro la empatía. Pocos lo hacen.
¿Quieres hacer contacto con los árboles?
Bien, dejémonos de pajas, tonterías y chorradas y comencemos con lo primero.
No lo olvides: los árboles ya está aquí.
Sólo nos queda una cosa que hacer y muy importante en nuestra Operación Don Chopo en la Tierra:
Referencias
Anderson E. N. (1996). Ecologies of the heart: Emotion, belief and environment. Oxford University Press, New York, NY, USA. 256 p.
Contacto con los árboles
¡Son luces! ¡Son OVNIs!, exclamaban todos en la multitud menos uno. La excepción no estaba convencida. Y ésta exclamó:
- ¡Son árboles de mangle que en la lejanía les está dando la luz del sol al atardecer y la reflejan con sus hojas!
De hecho, el Sol en pleno ocaso había incendiado todo el horizonte. El espectáculo era fuera de serie. Extremadamente bello.
No, no era un OVNI. Era un manglar, la cuna de muchas especies marinas, protector de las costas continentales tropicales, entre otros (Video 2).
Video 2. Mangrove forest restoration and conservation. Uploaded by MAP Mangrover.
No
hay duda que el fenómeno OVNI es fascinante. El posible contacto con especies "inteligentes"
que procedan del espacio exterior, de otros mundos, no sólo está de moda sino
también está cargado hasta de un tono político, pues existe cierta evidencia de
que ya están aquí entre nosotros los humanos y sin darnos cuenta.
Pero tanta preocupación, sumando las dificultades y el estrés del ir y venir de la vida cotidiana, nos mantiene alejados y alienados unos de otros y de los otros seres vivos no humanos que nos rodean, los cuales son nada más que sombras o son utilizados para satisfacer vacios o caprichos o son sometidos a las mazmorras torturadoras en las factorías de animales y/o triturados vivos en las fábricas (Videos 3-4).
Video 3. El infierno de los pollos. Uploaded by VeganCentury.com.
Video 4. Pollitos recién nacidos son molidos vivos.
Nos hemos olvidado de que no somos dioses. Somos sólo una minúscula parte de un infinito Universo o Multiverso, un todo.
Hubo una época que por medio de la religión nos conectábamos con la Naturaleza. Nos servía de puente entre los fenómenos de la Naturaleza, nosotros en medio y el vasto infinito arriba de nuestras cabezas.
Aún se puede. Sólo si desarrollamos en todo su espectro la empatía. Pocos lo hacen.
Normalmente fallan en esta esfera pues su concentración es sólo con el hombre y todo por el hombre y nada más que por el hombre y cierran la puerta para las otras especies considerándolas "inferiores".
Estamos borrachos de "logica" y nos hemos vuelto soberbios y nos hemos apartado de ese camino espiritual.
Vivimos en un limbo mediático y electrónico.
Estamos faqueados. O en inglés, we´re fucked.
Vivimos en un limbo mediático y electrónico.
Estamos faqueados. O en inglés, we´re fucked.
Por un lado tenemos ansias de hacer contacto con OVNIs y sus tripulantes y por otro, nuestra borrachería "lógica" no nos permite hacer contacto con los árboles, esos seres terrícolas que nos rodean y nos dan su oxígeno de manera gratis.
Para comenzar con este propósito, hacer contacto y amar a los árboles, veamos un corto film titulado la "Vida secreta de los árboles" (Video 5). No es el mejor pues deja al descubierto que no hay conexión espiritual con los árboles pero es un buen comienzo para que aprendamos a conectarnos con estos seres del Reino Vegetal, los cuales con todos los demás seres vivos no humanos son los verdaderos dueños del planeta.
Video 5. La vida secreta de los árboles.
¿Quieres hacer contacto con los árboles?
Bien, dejémonos de pajas, tonterías y chorradas y comencemos con lo primero.
No lo olvides: los árboles ya está aquí.
Un árbol eres tú y tú eres un árbol, pues aunque no seas un árbol llevas su divina esencia - el oxígeno - en tus pulmones.
Un árbol encierra un todo en la Tierra. Es un universo en sí.
Un árbol encierra un todo en la Tierra. Es un universo en sí.
No puede haber vida sin los árboles y demás seres fotosíntéticos en la Tierra.
Sólo nos queda una cosa que hacer y muy importante en nuestra Operación Don Chopo en la Tierra:
¡Hagamos contacto
espiritual con los árboles!
Referencias
Anderson E. N. (1996). Ecologies of the heart: Emotion, belief and environment. Oxford University Press, New York, NY, USA. 256 p.
Anónimo (2014). Nature Deficit Disorder. Buzzle, www.buzzle.com: 1-3.
Allred D. (2011). Nature deficit syndrome: Causes and consequences. www.sonoma.edu: 1-14.
Boyce D. G., Lewis M. R. & Worm B. (2010). Global phytoplankton decline over the past century. Nature, 466: 591-596.
Louv R. (2008). Last child in the woods: Saving our children from Nature Deficit Disorder. Algonquin Books, Chapell Hill, NC, USA. 390 p.
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