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| Source: Resuelto.com. |
Por E.T. Detective
6 de noviembre de 2015
No se trata de saber dónde está. Ni tampoco para qué está. Se trata de averiguar por qué no está donde está y por qué está donde no está.
Y esto, en estos momentos, sólo lo saben los que están para lo que se supone están pero no están, pues sólo están para aquellos que dicen que están pero no están para los que están: el pueblo.
Debajo de dónde están hay más para ellos que para los dicen ellos que están.
La representación no es una cosa de la estación sino de la verdad sin cuestión.
Y el pueblo siempre debe saber la verdad sin cuestión.
Por este motivo sin cuestión, vamos a un asunto que tiene cuestión porque se hizo sin ninguna cuestión considerando que el hombre y la Naturaleza están en colisión, pues en estos tiempos de crisis ecológica sin cuestión no vale la pena andar por allí dañando la Naturaleza sin ninguna cuestión porque la cuestión sin ninguna sabia gestión nos está llevando a todos al ocaso de nuestra especie sin ninguna cuestión.
Sirvan las siguientes citas sobre la cuestión para cuestionar la cuestión que se hizo sin mirar la cuestión cuando se hizo esta apresurada gestión sin sabia gestión:
“Los visitantes también pudieron ver la iluminación exterior de la estación y su nuevo aspecto, tras la tala de los árboles.”
R.G.,
El Pirineo Aragonés,
Viernes, 30 de septiembre de 2015, Nº 6.774 (pág. 4)
“Como ya
decía el alcalde, la estación es visible.”
M.G.S., El
Pirineo Aragonés,
Viernes, 30 de septiembre de 2015, Nº 6.774
(contraportada)
Y así, sin ninguna cuestión dónde se necesitaba una buena cuestión para la gestión talaron unos árboles en la estación que no molestaban a la gestión excepto su gestión de acuerdo a su manera de ver la cuestión que necesitaba una sabia gestión.
Es así como dejaron a la estación fría, sin corazón, al haberle dado rienda suelta a su gestión.
El frío se ha apoderado de la estación en Canfranc.
Nada es donde fue lo que fue cuando fue pero se fue sin haber añadido nada a lo que fue cuando fue lo que era antes de lo que fue, dejándola hoy fría al haber destruido la vida contenida en lo que fue cuando hubo lo que le daba vida cuando fue.
Su frialdad ha sido plasmada en maravillosas palabras por Marga Gil, quien ha expresado poéticamente el dolor de la cuestionable gestión de la tala de árboles en la estación:
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| Fuente: El Periódico Aragonés, Viernes, 30 de octubre de 2015, Nº 6.774: 2. |
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